lunes, 30 de julio de 2007

¡Grandes progresos, al fin, para la humanidad! (Joan Costa)

“Un astronauta ruso filmará un anuncio de sopa en el espacio”. La noticia viene de Tokio y nos informa del tan esperado invento que va a paliar los grandes problemas de la humanidad, como el hambre en el mundo, la enfermedad, la explotación infantil, la ignorancia, el fanatismo (que son la misma cosa), el recalentamiento de la Tierra, etc., etc., etc. Por fin podremos admirar, orgullosos de nuestra especie, cómo “un astronauta ruso abrirá en las próximas semanas un paquete de sopa japonesa instantánea en la estación espacial y sonreirá a la cámara”. Así lo explica la noticia publicada hoy, 24 de septiembre de 2005 por el diario La Vanguardia, de Barcelona, fecha gloriosa para la civilización de todo el planeta.

El periodista comenta que el anuncio se difundirá por televisión a partir de noviembre, según ha informado la agencia espacial japonesa JAXA. Para filmarlo, esta agencia enviará el 1 de octubre una cámara de alta definición a la estación espacial en un cohete ruso Soyuz. Pero esto no es todo: para mayor gloria y progreso de la especie humana, “después de filmar el anuncio, la cámara se quedará en la estación para poder ser reutilizada en otros anuncios”. Con estas palabras la prensa nos da la buena nueva. Pero no nos impacientemos y sigamos. Se nos informa que el primer anunciante será Nissin, una marca de sopa instantánea que ha revolucionado los hábitos dietéticos de los japoneses desde 1958 y que ahora mueve un negocio de 300.000 millones de yens -unos 2.000 millones de euros anuales-.

Durante tres años, un equipo de investigadores de Nissin había estado desarrollando una sopa instantánea que pudiera tomarse en el espacio (lo que nos liberará del desasosiego que nos causa diariamente este grave problema a los pobladores del globo). Consiguieron un producto que puede prepararse con agua a 70 grados -y no con agua hirviendo a 100 grados, como en la Tierra, ya que en la estación espacial no se puede alcanzar una temperatura tan alta para el agua-, y que sustituye los clásicos fideos de la sopa por pequeñas albóndigas de pasta que se pueden pinchar con un tenedor y son más fáciles de tomar en ausencia de gravedad. La noticia nos tranquiliza porque -dice- la sopa espacial es algo más espesa que la que se vende en los supermercados de la Tierra para evitar que salpique y se presenta en cuatro sabores distintos: salsa de soja, miso, curry y caldo de cerdo.

La noticia se cierra con esta reconfortante aclaración ofrecida por la compañía: “La creación de la sopa espacial era un fuerte deseo de nuestro presidente Momofuku Ando, que inventó la sopa de fideos instantánea en 1958”.

Neuromarketing y neuroeconomía unidos en el brainbranding

¿Cómo te suena colega? Supongo que, como a mí. Ahora mismo no puedo refrenar mi entusiasmo.

Resulta que “la neurociencia nos ha abierto las puertas a una nueva forma de comprender las marcas”, lo cual honra los meritorios esfuerzos de los científicos y procura un gran alivio para el marketing, porque ahora podrá “conocer a ciencia cierta -nos informa la noticia-[1] por qué una campaña publicitaria tiene éxito o no, cuáles son los motivos por los que una marca se encuentra dentro o fuera de la short list de los consumidores, o cómo son evaluados los productos por los propios usuarios, se convierte en toda una panacea para los expertos en marketing”. Tal como explica la noticia, es “en la dimensión de los sentimientos y las emociones donde las técnicas de neuromarketing parece que han conseguido penetrar gracias a la combinación de resonancias magnéticas y las técnicas de investigación clásicas, para poder concluir científicamente cuál será nuestro comportamiento”.

Para mayor información, la noticia explica el origen de esta técnica, “conocida como Functional Magnetic Resonance Imaging (IMRI), que se encuentra en el ámbito médico, ya que utiliza un sistema similar al empleado en los hospitales para escanear y detectar tumores (mediante tomógrafo)”. Finalmente se nos hace saber otro aspecto importante para el progreso del ser humano sin distinción de razas, sexos ni ideologías y acercarnos cada día más a alcanzar la paz mundial: “La neuroeconomía ha surgido como una combinación entre neurociencia y economía con el objetivo de comprender la toma de decisiones, el comportamiento social y las economías del mercado”.

Podemos augurar que la feliz combinación con el neuromarketing, la Humanidad dará un paso de gigante. ¡No sé si llorar de alegría!
[1] Publicado en 99% com, nº 1, Castellón (España), Grupo Mibalia edit, sin fecha.

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